Campamento indígena en 1833, donde se encuentra el Museo Canadiense de los Civilizaciones

Hoy día, el valle del río Ottawa alberga la capital de un país y es un participante activo en la economía de la alta tecnología de este nuevo siglo.  En el siglo XIX, el valle constituía  el centro de las actividades de la industria de la madera; antes el río había sido la ruta de los exploradores y de los comerciantes de pieles de animales.  Pero antes de la llegada de los europeos, esta región conoció millenios de historia indígena.

Es esta historia milenaria la que se narra Kichi Sibi,  un exposición al Museo Canadiense de las Civilizaciones, que puede visitarse hasta el mes de agosto de 2002.  Kichi Sibi, es decir río grande en la lengua de los indígenas algonquines, da una perspectiva amplia sobre la historia antigua del valle del río Ottawa utilizando objetos que han sido encontrados en la región.  Durante los últimos 150 años, paseantes, excursionistas, campesinos y aficionados de la arqueología descubieron estos artefactos desde 150 años y los han ido donando al museo.  Su generosidad, el trabajo arduo que han realizado y su interés por preservar el pasado, nos han dando un mejor conocimiento de la historia del valle.

Así, con la información que nos brindan los utensilios, hemos reconstruido la historia antigua de la región.  Nos han informado, por ejemplo, que los pueblos indigenas vivieron aquí por un período de 8000 años antes de la presencia de europeos en Canadá.


Sitios arqueológicos en la región de Ottawa-Hull

Lugares donde se han descubierto artefactos en las ciudades de Ottawa y Hull

En la región donde se encuentran las ciudades de Ottawa y Hull, el desarrollo urbano de los últimos dos siglos ha destruido un porcentaje de los sitios arqueológicos de la capital.  Por ejemplo, en donde hoy se erige el Museo Canadiense de los Civilizaciones, se localizaba antes un campamento indígena.  Lo que quedó de él fue destruido hacia la mitad del siglo XIX cuando se construyeron los edificios este y oeste del Parlamento.  Afortunadamente, se han preservado varios artefactos de  sitios de la región.


Un paisaje que emerge: el mar de Champlain

Amplitud máxima del mar de Champlain 12 000 años atrásHace quince mil años, un glaciar continental que cubría la parte este de Canadá, comenzó a fundirse, dejando en su lugar grandes lagos.

Entre doce y trece mil años atrás, el valle del río Ottawa estaba cubierto por un mar llamado el mar de Champlain.  Su superficie estaba 150 metros más arriba de lo que ahora está el río que rodea las ciudades de Ottawa y Hull.  Era un ambiente estéril, frío e inhospitalario.  No sabemos si hubo seres humanos en la región en ese tiempo.


Vislumbres del mar
Mandíbula de una foca encontrada cerca del aeropuerto de Ottawa; tiene entre 10 y 11 000 años

El mar de Champlain, que cubría el valle del río Outouais hasta hace 10 mil años, tenía una variedad muy rica de recursos marítimos, entre ellos ballenas, focas y especies de peces de agua salada.  Pequeña manadas de caribú (un animal muy semejante al reno de Europa) y probablamente otros tipos de animales Articos vivían cerca del mar, pero, hasta hoy día, no hay rastros de que haya habido seres humanos en la región conviviendo con estos animales de ambiente frío.


El rastro más antiguo: el Periodo Paleoindio
(más de 8500 años atrás)

Dibujo por Jérémie Jiles de cazadores paleoindios matando caribúsEl rastro más antiguo de la presencia humana en el valle del río Ottawa tiene más o menos 8500 años.  En ese tiempo las condiciones ambientales eran mejores que cuando cubría la región el mar de Champlain, que para ese entonces había desaparecido.  Había ahora en el paisaje nuevos animales y  plantas.

Durante este periodo, los indígenas elaboraron puntas de piedra estrechas y largas para construir lanzas o jabalinas y otros tipos de herramientas de piedra.


La instalación: el Periodo Arcaico
(entre 8500 y 2500 años atrás)

Herramientas picotandas y moliendas para trabajar la maderaDurante el Periodo Arcaico (entre 8500 y 2500 años), el valle del río Ottawa continuaba transformandose tanto en el aspecto físico como en el de su medio ambiente.  El nivel del río se redujo hasta su nivel moderno y durante esos 5 mil años, la composición de los árboles en el bosque cambió también.   Por ejemplo, el bosque de pinos blancos ha sido reemplazado por un bosque donde se mezclan muchas especies (especies de madera dura y de madera blanda).  El bosque de la época moderna data de hace 3500 años.

Herramientas de cobre que datan de 5 mil años atrásLos seres humanos que vivieron en la región durante ese periodo cambiaron el estilo de sus herramientas de piedra.  Asimismo utilizaron nuevos materiales, como la fabricación de objectos de cobre, y desarrollaron nuevas técnicas para trabajarlos, entre otras la elaboración de herramientas de piedra mediante la utilización de la técnica de picotar y moler.



Se domina la arcilla: el Periodo "Woodland"
(entre 2500 y 400 años atrás)

Vasija descubierta cerca de la playa de Constance BayLa presencia de vasijas de cerámica marca el principio de una nueva época en la historia antigua del valle del río Ottawa.  Los arqueólogos lo llaman el Periodo "Woodland", el cual empezó hace 2500 años y continuó hasta la llegada de los europeos, más o menos 400 años atrás.  Durante este periodo, los grupos que vivían en la región empezaron a hacer y utilizar vasijas de cerámica, al mismo tiempo que continuaban mejorando y cambiando sus herramientas de piedra.


Preludio para el cambio: la llegada de los europeos
(400 años atrás)

Un campamento de indígenas algonquines en 1850 cerca de la comunidad algonquin de Kitigan Zibi (Maniwake)La historia antigua del valle del río Ottawa se terminó con la llegada de los europeos en la región, quienes registraron aspectos del modo de vida de los pueblos nativos del valle.  En 1613, cuando el francés Samuel de Champlain viajó por primera vez en el valle, encontró algunas grupos de indígenss algonquines y escribió sus nombres: quenongebin, oüescariny, kinouchepirini, kichesipirini, otaguottouemin, matou-oüescariny y charioquet.  Pero los arqueólogos no están seguros de las identidades de los grupos que dejaron los artefactos que se han descubierto en los sitios de la época inmediatemente antes de la llegada de los europeos.  !Para solucionar este misterio, son necesarias, más investigaciones¡


El futuro del pasado

Gracias a los esfuerzos de los aficionados de la arqueología y otras personas con un interés en el pasado, desde hace un siglo y medio, se han venido acumulando en el Museo canadiense de las civilizaciones, una serie de artefactos que nos hablan de más de 8 mil años de una rica historia humana en el valle del río Ottawa.  Pero hay muchos vacíos en el conocimiento de esta historia, porque pocos sitios han sido investigados por arqueólogos profesionales.

Los arqueólogos esperan el día en que se disponga de más información sobre los resultados de las excavaciones que se realizan en el valle.  Si hay un potencial arqueologico,  los gobiernos regionales mandan hacer estudios antes de iniciar algún proyectos de construcción importante, desde hace algunos años.  Estas reglas no pueden dar marcha atrás a las perdidas de información del pasado, pero permitirán nuevos conocimientos sobre la historia antigua de la región.

Tal vez un día podremos apreciar las vidas de quienes nos precedieron y dar más gran valor a la evidencia arqueologica que existe.  De esta manera, podremos entender mejor nuestro papel en la historia y nuestro lugar en la continuidad del tiempo.